Lugares históricos que explorar en Peñíscola
Peñíscola, con su rica historia, ofrece varios lugares emblemáticos que invitan a ser explorados. El Castillo de Peñíscola, construido por los templarios y convertido en residencia del Papa Luna, es un símbolo de la ciudad. La escultura del Papa Luna, situada en la plaza de la ciudadela, rinde homenaje a su legado. El Faro, que data del siglo XIX, no solo ofrece vistas impresionantes, sino también un atisbo de la vida marítima. La Iglesia de la Virgen de la Ermitana, construida en el siglo XVII, destaca por su impresionante arquitectura. Por último, las murallas de Peñíscola, que rodean la ciudad, son testigos de su historia medieval y brindan un paseo evocador por el pasado.
Peñíscola es un destino que cautiva con su combinación de historia, arquitectura y paisajes naturales. Al recorrer sus calles, se pueden descubrir joyas como el impresionante castillo, la escultura del Papa Luna y el faro que, con su luz, guía a los marineros. Cada rincón tiene una historia que contar, haciendo de esta localidad un lugar inolvidable para cualquier viajero.