Los pueblos con más encanto de la isla
Prepárate porque a lo largo de este itinerario descubriremos algo más que simples puntos en el mapa, conoceremos los tesoros vivos de la historia y la cultura de la isla. A lo largo de este recorrido te darás cuenta de que en la sencillez de sus localidades habita el verdadero encanto de Fuerteventura. De hecho, a pesar de ser la segunda isla más grande del archipiélago, es de las menos pobladas. ¡Y eso lo hace aún más especial!
Desde las calles empedradas de Betancuria, donde el tiempo parece detenerse entre antiguas iglesias y miradores con vistas de ensueño, hasta los acogedores rincones que forman el Puertito de Lobos. Recorremos los 127 kilómetros que forman la isla en busca de los pueblos más encantadores. ¡Empezamos!
Te guiamos por sus tesoros ocultos
La mejor forma de descubrir los encantadores pueblos que habitan la isla, es recorrerla entera e ir haciendo paradas en cada uno de ellos para descubrir qué maravillas esconden. ¡Te llevamos de la mano por la ruta más completa! Para empezar, un dato curioso. ¿Sabías de dónde viene el nombre de Fuerteventura? Proviene de una exclamación que hizo Bethencourt al llegar a la isla: “Que forte aventure”. Más adelante descubriremos en qué pueblo fue importante este personaje histórico.
Puertito de Lobos
Parece una postal de cuento, pero ¡es realidad! Este pueblo, ubicado en la Isla de Lobos, es un remanso de paz en medio del océano Atlántico. Casitas de pescadores, tonos blancos y puertas azules, calles sin asfaltar… Un oasis que ofrece mucho más que unas vistas impresionantes, también te permite empaparte de la tranquilidad de un ambiente mágico. ¡Y lo mejor es que puedes disfrutar de un baño en su bahía circundante! Y coger fuerzas con sabores locales en el único restaurante del Puertito.
La Oliva
Al norte de la isla podrás sumergirte en el verdor exuberante de esta localidad. Cerca de las icónicas Dunas de Corralejo, este pueblo es un santuario para los amantes de la naturaleza como tú. Con vistas únicas a la imponente montaña de Tindaya o con su majestuosa Iglesia de Nuestra Señora la Canderlaria, cada calle y rincón respiran encanto e historia a partes iguales.
Villa de Betancuria
Poner un pie en esta localidad es un verdadero viaje en el tiempo. Estás ante una joya colonial, que se esconde en el corazón de Fuerteventura, y que fue fundada en el siglo XV por el intrépido caballero Jean de Bethencourt. Te puedes hacer a la idea de la cantidad de acontecimientos de los que ha sido testigo a lo largo de la historia. Caminando por sus calles empedradas te toparás con joyas como las iglesias de Santa María y la de la Concepción. No puedes perder la oportunidad de asomarte al convento franciscano de San Buenaventura y los fascinantes museos de Arte Sacro y Arqueológico y Etnográfico.
Antigua
¿Sabías que es conocido por sus históricos molinos de viento? En Antigua se respira el legado de tiempos pasados a través de su arquitectura. Ubicado en la llanura central de la isla, estos molinos han sido testigos del esplendor de Fuerteventura. Lo mejor para conectar con toda esta historia es adentrarse en el Museo Molino de Antigua, en el que descubrirás la artesanía para moler el grano. Y después un buen paseo por las pintorescas calles del casco antiguo.
Pozo Negro
Este rincón, escondido en la costa este de la isla, tiene verdadero encanto. De hecho, entre su arena oscura y los caprichos volcánicos que lo rodean, guarda una historia milenaria. Este pueblo, entre Las Salinas y Gran Tarajal, es mucho más que una playa solitaria. Es un testimonio vivo de los antiguos tiempos, donde las olas susurran historias de conquista y comercio en sus tranquilas aguas. La naturaleza y la historia se entrelazan desde las majestuosas coladas volcánicas hasta las ruinas del Poblado de La Atalayita, el corazón aborigen de la isla. ¿Cómo te lo vas a perder?
Las Playitas
Adéntrate en el encanto marinero de Las Playitas y respira el ritmo tranquilo de la vida junto al mar. Este pintoresco rincón, ubicado al sudeste de la isla, está formado por casitas blancas y franjas azules que lo convierten en una postal idílica. Aprovecha para darle un capricho a tu paladar con sus frescos pescados capturados por los hábiles artesanos. Disfruta de su playa volcánica y si te gustan los deportes náuticos, ¡estás de suerte! El faro de La Entallada será el telón de fondo perfecto para tu visita.
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Corralejo
Este antiguo pueblo pesquero, ubicado al norte de Fuerteventura, es uno de los más icónicos. Desde sus playas de arena blanca hasta el espectacular Parque Natural de las Dunas, donde el Caribe se encuentra con el desierto del Sahara.
Lajares
El encanto bohemio de esta localidad te conquistará desde el minuto uno. En este pueblo de interior donde la creatividad y el espíritu artístico fluyen libremente, encontrarás acogedores bares de surfistas. ¡Y los sábados mercadillo de artesanía!
Majanicho
En este pequeño pueblo marinero, ubicado en la costa norte de la isla, encontrarás calas solitarias entre casitas blancas. Un escenario que te invitará a sumergirte en la paz absoluta y el ritmo lento de la vida. Ya sabes, que a su ritmo se vive mejor.
Ajuy
En este misterioso pueblo pesquero, encontrarás historias de piratas entre cuevas naturales. Bordea los acantilados que lo rodean y disfruta de su playa de arena negra.
El Puertito de la Cruz
Este pueblo marca el final de la isla. Adéntrate en él a través de una carretera sin asfaltar y encuentra en enclave único en el que disfrutar de la vastedad salvaje de la playa de Cofete, un paraíso de 14 kilómetros.
El Cotillo
La fusión perfecta entre tradición y modernidad. Te toparás con cantidad de artesanos y surfistas que crean un ambiente relajado y acogedor. Este encantador pueblo pesquero te cautivará con su diversidad cultural y su conexión con la naturaleza.