Fantástica decoración, buena ubicación
La empresa tiene diferentes tipos de alojamiento. Yo me quedé en un guest house: una casa antigua, rehabilitada, en el barrio de Chiado y a dos minutos del Barrio Alto. Hay tres habitaciones por planta, que comparten baño. Eso es lo más incómodo, aunque si hay un grupo de seis, no hay mayor problema. Está limpio, la decoración es de revista, moderna, con toques de Ikea pero con su propia personalidad. Hay habitaciones interiores y otras que dan a la calle, tranquila, aunque hay un bar en frente que los fines de semana puede ser algo ruidoso. El desayuno es bueno (zumo de naranja natural, pan, queso, jamón, café y yoghurt) aunque me esperaba algo más por los comentarios de otros viajeros.