Atardeceres de peli Bollywood
Una semana en Mumbai es insuficiente para conocerla ni siquiera de refilón. Pero si dedicas tres días a disfrutar una boda india en compañía de tu familia, sin duda habrá merecido la pena. Mi primer viaje a la India surgió nada más volver de Tailandia. Aterrizaba con un resacón de escalas y un cuaderno rebosante de dibujos y experiencias cuando me informaban de que mi prima se iba a casar. Con su novio indio. En la India. Siendo octubre una fecha complicada para vacaciones, íbamos a ser muy pocos los embajadores de la familia, pero al final el viaje quedó debidamente organizado y nosotros decidimos ir unos días antes por aquello de explorar el terreno, comprarnos los vestidos a medida y demás preparaciones propias de una boda. Nuestra primera parada fue en Juhu Beach, en la costa noroeste de la ciudad, lo que nos permitió tener contacto directo con una realidad que jamás habíamos vivido. La playa de Juhu es una zona muy popular y turística entre los indios, con un montón de hoteles para aquellos que se lo pueden permitir. Hay muchos actores, actrices y demás profesionales del mundo de Bollywood viviendo frente al Mar Arábigo, y eso se nota en los comercios tipo Starbucks, Spas y restaurantes diseminados a lo largo de Juhu Road. Eso sí, si eres turista está feo ir andando a los sitios. Tu deber como clase alta es ir en taxi a cualquier sitio. Pese a que Gandhi logró abolir las castas, la triste realidad es que siguen existiendo ciudadanos de primera y de segunda. Y para que esto funcione, tienen montado un complejo entramado de tradiciones, cultos y costumbres arraigadas, que hacen difícil resolver las diferencias sociales porque está todo demasiado mezclado como para desenredarlo.