El elíxir de los dioses Aztecas
Después de una extenuante caminata buscando lugares para fotografiar doy con este rústico restaurante que inmediatamente llama mi atención: Chocolate. El aroma del lugar invita a entrar. En la carta todo contiene chocolate, después de una difícil decisión ordeno un chocolate fresco con chile como bebida, un tamal de cacao y un fondue con frutas frescas. Para mi sorpresa la bebida no es dulce y tan resfrescante que despierta todos mis sentidos y me recobra de energías de la caminata. La comida es sencillamente deliciosa, diferente a lo que he probado antes. Todos los ingredientes son naturales y el cacao es molido ahí mismo dándole la frescura que ningún otro lugar puede brindar.