“Las callecitas de Buenos Aires tienen e...
“Las callecitas de Buenos Aires tienen ese … qué se yo viste!!!” , la letra del tango de Juan de Dios Filiberto, me vino a la memoria cuando recorriendo el barrio de Belgrano, me encontré, en una calle a tan sólo cuadra y media de la vía del tren, un sorprendente, elegante y muy bien puesto local de venta de regalos y pequeños muebles, onda años 1950 o 1960. Atisbe por la vidriera y todo lo que vi me gusto tanto que decidí entrar, su dueño un muchacho de unos treinta y tantos años, muy simpático por cierto, me invitó a recorrerlo y a preguntarle lo que quisiese saber sin interrumpirme en mi investigación. Allí había todo lo que el buen gusto puede soñar. Entre antiguos libros, cuadros y una chimenea empotrada, estantes llenos de copas de cristal de bohemia, bacará o las simples y llanas copas de siempre. Juegos de té de porcelana inglesa, aquellos como los que tenía mi abuela en blanco y azul o los más modernos en color crema. Pilas de platos, floreros, tazas, cubiertos de alpaca, plata o acero inoxidable, una impecable mesa puesta con un antiguo juego de porcelana y el toque moderno de servilleteros de rafia envolviendo unas servilletas blancas. Arañas cromadas y de cristal, un escritorio con su máquina de escribir de siglo XIX; portarretratos, floreros y ensaladeras, silloncitos rayados o de pana marrón, velas y candelabros, perfumes ambientales y antiquísimos relojes, pequeñas y grandes jaulas de madera, en fin todo un conjunto impactante y encantador que tiene en el fondo un diminuto jardín poblado de plantas le dan el toque acogedor de una casa. El lugar esta muy bien puesto, tiene regalos y cosas para la casa de todo tipo y para todos los bolsillos, si andan por allí no dejen de visitarlo que seguramente con algo se volverán.