A ratos brillantes a ratos sombrías y tristes como el tiempo!!
Las vistas de este río, que nace en el Monte Falterona en los Apeninos Toscanos y que riega toda Florencia hasta desembocar en el Mar de Liguria, son realmente estupendas.
El día no podía ser más feo, llovía y lloviznaba todo el tiempo que estuvimos andando el blanco Puente Viejo, tal como se lo conociera, o Puente del Medio que fuera construido con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial.
Las imágenes me hicieron recordar, salvando las distancias geográficas, al Río Onyar en Girona (España).
La figura de esos coloridos y antiguos edificios construidos sobre las calles que bordean sus orillas, la vegetación que crece a manchones, en las planas y simples rampas que van de uno a otro puente, apenas onduladas por el agua de su aparentemente manso y suave cauce, las palomas picoteando las migas arrojadas por los paseantes, eran a ratos brillantes y a ratos sombrías pero siempre bellas como esfinges congeladas en el tiempo de la rica tierra toscana.