Salvador
Cargamos todo lo necesario en las alforjas impermeables, (importante,) para pasar un día agradable en el campo. Nuestra dirección Vigoulet-Auzil.
Después de pedalear por una cuesta seria, llegamos a la entrada de la ville. Nos detenemos para tomar agua y un poco de energía. Aparece un perro de color beige, de dimensiones consideradas, y se nos acerca trotando. Nos quedamos un poco a la expectativa, pues los perros cuando ven algún objeto avanzando y girando como que les entra el gusanillo de ladrar.
Nada más llega a nuestra altura, todo lo contrario, se sienta y se nos queda mirando. No sabemos qué hacer. Buscamos un lugar donde verter un poco de agua. Encontramos una botella vieja. La cortamos con una navaja y le servimos agua. Se levanta y se pone a beber. Termina y vuelve a sentarse.