El arte de combinar
Si, de combinar, porque Tarrasa, o Terrasa en catalán, es digno ejemplo de cómo mezclar un pasado y un presente industrial, tal y como muchas de las grandes ciudades catalanas, con un importante patrimonio artístico medieval y un notable conjunto arquitectónico modernista.
Basta dar un paseo por las tranquilas calles de la pequeña orbe para quedar sorprendido con rincones que han sido rehabilitados y embellecidos, que viven un nuevo futuro sin alejarse de lo que fueron.
No hay que ser demasiado observador para ver como coexisten las casas y edificios de los habitantes de Tarrassa con los restos recuperados de una transformación industrial que la llevó, gracias a los textiles que salían de sus fábricas, a convertirse en uno de los pilares de la economía catalana y aún de España.