Una experiencia inolvidable
Cuando decidimos ir al Valle de Nuria nos subimos al coche y fuimos haciendo el recorrido hasta llegar a la localidad de Ribes de Freser y, a medida que nos acercábamos y comenzábamos a adentrarnos en los Pirineos, el paisaje se volvía más y más espectacular; más agreste y verde; más fresco y tranquilo.
Mientras buscamos un lugar para aparcar el coche fuimos subiendo hasta que pudimos dejarlo y tomar el tren en una pequeña estación llamada Ribes Vila en la que esperamos pacientemente la llegada del tren y a decir verdad son muy puntuales. El día no era de los más lindos, de a ratos salía el sol y a ratos llovía pero el entusiasmo por subir y conocer ese tan famoso valle borró todo lo demás. Por otra parte había muchos turistas y nos dimos cuenta de cuantos más había cuando nos preparamos para regresar.