Historia viva
En La Plaza de la Villa desembocan tres antiquísimas calles de nuestra ciudad:
CALLE MADRID, que atravesarás en un suspiro al cruzar el pasadizo que la separa de la calle sacramento.
CALLE DEL CORDÓN, en donde aún se escuchan el resuello jadeante de deseo del conde Puñoenrostro persiguiendo a su gentil cortesana. De antiguo llamada calle de los Azotados, nombre, de cuyo origen, tampoco yo quiero acordarme. Alguien, también nos dice, mientras miramos su angosto trazado, que fue por aquí por donde escapo nuestro amigo Antonio Pérez.
CALLE DEL CODO; ¡atención! que; ¡trescientos años --formando en su trazado un ángulo recto--, nos contemplan!; de ahí su nombre. Al embocarla desde la plaza nos encontramos a mano izquierda una bellísima portada en arco de herradura apuntado, de reminiscencias árabes, única en Madrid. Ahora son cinco los siglos que nos contemplan pues, estamos en la puerta de:
LA TORRE DE LOS LUJANES, bellísima construcción mudéjar del siglo XV cargada de historia y de avatares desde sus orígenes, mediados de SIGLO XV, cuando nació formando parte del palacio de los Luján o Lujanes; familia poderosa e influyente de la Edad Media castellana.