Romina Sauto
Herzog & De Meuron - 2003
Este edificio deslumbra al transeúnte y usuario desde todos sus ángulos.
A diferencia de varias de las afamadas creaciones de Herzog & De Meuron, la novedad en esta edificación trasciende la deslumbrante piel. La forma del edificio está determinada sustancialmente por el “volumen teórico máximo” de la regulación municipal.
Dependiendo de dónde se sitúe el observador, el cuerpo edilicio parecerá o bien un cristal, o una construcción arcaica con cubierta a dos aguas, logrando así un carácter ambivalente de la identidad del edificio