Siempre hay gente parada ante la tienda...
Siempre hay gente parada ante la tienda observando sus pequeños pero repletos escaparates, hace años que abrieron y nunca dejan de sorprenderme. Nada más entrar se respira originalidad por todos los costados, su interior de reducidísimo tamaño me recuerda el dicho catalán de “en el pot petit hi ha la bona confitura” algo así como que en el tarro pequeño se guarda la mejor mermelada; y es que apenas deben caber seis personas en el recinto, pero en cada estante, en cada rincón de las paredes hay algo que no habías visto nunca antes y que te llama la atención.
No sabría decir muy bien qué tipo de tienda es, pues vende golosinas y bombones de diseño a peso, pero también secadores y lámparas, así como ceniceros de bolsillo o velas de cumpleaños. Eso sí, todos los artilugios que tienen de uso diario son de una marca francesa que ha conseguido hacer de esos objetos auténticas obras de arte e ideales para un regalo fuera de lo común, divertido e útil, la marca es Pylones y hasta ahora sólo la he encontrado en esta tienda.