Las ruinas de la Guerra Fría
Como Berlín es una ciudad muy llana, los americanos se dieron cuenta del excelente emplazamiento que suponía esta montaña artificial, realizada con miles de toneladas de escombros de la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, en colaboración con los británicos, crearon un centro de espionaje desde cuya privilegiada altura podían hacer escuchas a los camaradas de la RDA. Durante décadas, fueron recopilando y analizando información relacionada con el bloque comunista y sus actividades militares. Debajo de esas "pelotas de golf" gigantes se escondían gigantescas antenas que se camuflaron para no despertar sospechas, aunque los soviéticos ya sabían que algo se cocía ahí dentro, pues lo marcaron como uno de sus objetivos militares prioritarios en caso de haber estallado una guerra entre los dos bloques.