Terraza del Hotel Ritz

Es, sin duda, la terraza más elegante y lujosa de todo Madrid. Y no sé si exagero si también digo que es la más bonita. La terraza del Hotel Ritz es de esos rincones que todos debemos regalarnos algún mediodía de primavera o verano. Es un súper mimo, un sitio donde te sientes una reina, donde te crees por un rato que la vida son esos manteles níveos, la vajilla antigua, las copas brillantes, los enormes árboles dando la exacta sombra.
Y si el lugar es tan fantástico, de la comida y el servicio ni hablar. Un lujo, un mundo perfecto para soñar.

Como excelente servicio de restaurante que es, todo gira en torno al cliente desde el principia al final. El personal se entrega constantemente en una atención exquisita no perdiendo detalle desde la distancia, cosa que se agradece mucho ya que su actuación es directa, educada y no cortando las conversaciones y las degustaciones de los comensales.
El marco no tiene nada que envidiar de los mejores Hoteles del mundo, cuidado en todos los detalles.

La carta no tiene desperdicio y la presentación de los platos está completamente a la altura del conjunto que se disfruta en este soberbio restaurante, tanto que la sensación al pagar la cuenta se haga con naturalidad pensando "ha merecido la pena" y volveré.