Templo Engakuji

Para visitar los templos de zen de Kamakura, la mejor opción es bajarse del tren en la estación de Kita Kamakura.

Al dejar la estación uno se encuentra en una tranquila zona residencial rodeada de colinas y naturaleza. Poco que ver con la agitada vida de Tokio que habíamos dejado atrás una hora antes.

A pocos metros de la estación se encuentra el primer de los templos zen que se pueden visitar en la ciudad. Se trata de Engakuji, un templo cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XIII, cuando fue fundada para que los monjes zen pudieran razar por los soldados que habían dado su vida luchando por Japón frente al ejército de Kublai Kan.

El templo de Engakuji en Kamakura está muy cerquita de la estación de Kita Kamakura por donde merece la pena pasarse antes de llegar al gran Buda.
Es un templo muy antiguo, fundado en 1282 un año después del segundo intento de invasión de los mongoles por lo que su propósito inicial era homenajear a los soldados japoneses y mongoles fallecidos.

Los edificios han sido dañados por el fuego muchas veces, pero lo cierto es que se conservan muy bien aunque impresiona su antigüedad. También en este templo hay una gran campana que es considerada patrimonio nacional de Japón.

Aunque el templo tiene su aquél, lo que más me gustó sin ninguna duda fué la parte del lago con las casas de madera en una pequeña colina. Además suele haber un monje ancianísimo con una barba muy larga paseando por allí, lo que añade misticismo, más si cabe, al lugar.

Engakuji 円覚寺 es uno de los templos zen de más reputación del este de Japón, y el segundo más importante de Kamakura.
Se fundó en 1982 en las colinas del norte de Kamakura.

Se puede ir fácilmente andando. Al templo se entra por la Sanmon para poco después encontrar en Butsuden donde está la estatua de madera de Buda. El butsuden se reconstruyó en 1964 tras un terremoto.

Muchos de los grandes templos budistas de Japón tienen una gran puerta de acceso llamada Sanmon, un construcción que en realidad representa con tres puertas las tres liberaciones. Es uno de los elementos más importantes de cualquier templo y su tamaño indica la importancia del lugar. La del templo Engaku-gi es un reconstrucción de 1780 y esta es atravesada por la escaleras que conducen al resto de edificios del templo.