Fiesta en el templo
Kanchipuram es muy famosa por sus saris de seda, pero además es una ciudad llena de templos y peregrinos que acuden a ellos. La verdad es que pasamos un día fantástico, después de 2 horas de autobús traqueteante, polvo y calor, bocinazos a tope y unos cuantos sustos en la carretera (adelantamientos imposible, básicamente).... Que se repitieron a la vuelta, claro. :-)
Entre todos los templos, el que nos regaló una experiencia inolvidable fue el Templo de Ekambareshvara, ya que ése día era fiesta y cuando llegamos se estaba llenando de gente, las mujeres engalanadas con sus saris de seda y colores brillantes, los niños... No teníamos ni idea, íbamos sin guía, y entramos como cualquier otro... Nada más entrar, vemos que hay varios chiringuitos de "chuches", en el propio patio del templo, globos, etc. Éramos los únicos turistas, y la gente nos miraba sonriente, y cuando se nos ocurrió sacar la cámara... Bueno, muchos querían posar, incluso nos preguntaban cuántas rupias pedíamos por las fotos, como si lleváramos polaroid, claro (y me dio pena no llevarla, para dárselas, vista su ilusión... No para cobrarlas! .-)).