Tienes que darle una oportunidad...
En ocasiones sucede que tienes un restaurante tan cerca de casa, que cuando tienes tiempo libre lo que te apetece es alejarte un poco de tu zona y descubrir lugares nuevos... Cuando a veces los lugares nuevos y buenos pueden estar a la vuelta de la esquina. Y esto es lo que me sucedió con el Té Oriental Restaurante.
Localizado en la calle López de Hoyos en la intersección con Gran Vía de Hortaleza, justo en la Glorieta Luis Rosales. Está muy cerca de mi casa y había pasado cientos de veces de camino al metro... hasta que un día surgió la oportunidad de visitarlo.
Es un restaurante a dos alturas, muy acogedor y decorado con mucho gusto, se sale de los típicos chinos a los que estamos acostumbrados. El personal es realmente amable, cosa que no suele suceder en restaurantes orientales. De entrantes nos obsequiaron con el mítico y típico pan de gambas y unas empanadillas. Pedimos una ensalada de rúcola con pollo y mango, un gran acierto. Las ensaladas son enormes y muy bien aliñadas, realmente riquísimas. De segundo pedimos una bandeja grande de sushi variado, que nos sirvieron en un barco precioso. Para ser sinceros, no soy una gran experta en sushi, porque no soporto el alga nori, pero sí soy muy fan del nigiri y tengo que decir que me gustó mucho.