Castillo Moro de Bolbaite
Una sorpresa que nos depara Bolbaite es su preciosa subida al castillo moro. Ya solo queda la mitad de la construcción (que no está nada mal..) pero está bien cuidada. Su color rojo brilla con luz propia todo el tiempo que el sol está arriba; se vé desde casi todos los rincones del pueblo. Subir hasta él es, serpentear por callejuelas y dar vueltas a su base sin cesar. Los árabes le tenían fobia a las calles rectas y para llegar hasta arriba no pararás de girar y girar alrededor del dichoso castillo que parece que nunca llegue. Además las casas que vas encontrando, aunque viejas, todavía están habitadas con lo que el paseo se convierte en un devenir de gente que arriba y abajo pasean, te saludan al pasar e incluso te cuentan cualquier anécdota que hayan tenido a lo largo de sus vidas con el imponente castillo moro...