El corazón de la ciudad
Una de las cosas más interesantes de Sarajevo es la mezcla étnica y cultural que se percibe en cada rincón y en cada una de sus calles. En el caso de Slatko Ćoše, esto es llevado al extremo. Ubicada cerca de la línea que divide al lado “occidental” del “otomano”, esta intersección de calles peatonales es casi como un escaparate de estilos arquitectónicos. Por un lado, un edificio occidental construido durante el dominio del Imperio Austrohúngaro. Por el otro, un pequeñísimo café en el que se sirve té turco y dulces traídos por los conquistadores otomanos.
Una curiosidad del lugar es que aquí sigue estando en pie la primera cafetería de la ciudad, que abrió sus puertas en el año 1892. Atendida por descendientes de los dueños originales, es un típico sitio en el que se reúnen jóvenes y viejos para tomar té turco y fumar narguile (hay que recordar que rara vez se ve alcohol en las zonas predominantemente musulmanas de Sarajevo).