Salpicada de dólmenes y rodeada de ...
Salpicada de dólmenes y rodeada de mitos, la Sierra de Aralar, el gran macizo compartido entre Guipúzcoa y Navarra, invita a perderse en sus sugestivos hayedos y a explorar sus espectaculares roquedos. Del lado vasco, el macizo muestra paredones de roca viva, simas profundas y gargantas estrechas que se elevan sobre verdes praderas. Del lado navarro, los bosques de hayas, robles y avellanos parecen un escenario mágico.
La ruta que propongo comienza en la preciosa Tolosa, en Guipúzcoa, hasta el altísimo Santuario de San Miguel, en Navarra. En el camino nos aguarda un paisaje estremecedor. Los caseríos miran al sol y hacia los prados que ruedan hacia el invisible aunque cercano Cantábrico. Las diminutas aldeas se suceden: Altzo, Ugarte, Amezketa, Abaltzisketa, Gaintza y Zaldivia -bella aldea donde se encuentra la ermita de Larraitz, principal acceso al imponente monte Txindoki-, se asoman al estrecho camino que parece llevar directo a los espectaculares farallones de la Sierra de Aralar, que en Guipúzcoa tiene condición de Parque Natural.