ANADEL
Fabuloso
La reserva la hice con varios meses de antelación, conseguir cuatro habitaciones para un grupo en el valle de Orcia es difícil, por lo que unos días antes escribí avisando de nuestra llegada, y la respuesta no pudo ser más amable, además nos hacían un upgrade a todos, y las vistas sobre los valles verdes estarían esperándonos todas las mañanas al despertarnos.
Aquello es más bonito de lo que me imaginaba, la primavera en la Toscana es un auténtico espectáculo, y este lugar, es un buen punto de partida para conocer los diversos pueblos medievales y paisajes del valle.
En cuanto al hotel, es familiar, Cristina nos recibió con una copa y despidió con dos besos.
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