El puente hacia el templo.
Nosotros nos tuvimos mucha suerte con el clima el día que fuimos a Nikko. Lloviznaba todo el rato y el día era desapacible. Tuvimos que olvidarnos de pasear hasta los templos y subir a un autobús hasta la parada en uno de los puentes más bonitos de Japón: el Shin-Kyo.
El puente original data al parecer del siglo XVII y era el camino que se utilizaba para cruzar el río y llegar al Tosho-gu, pero el que se ve hoy en día es una acertada reconstrucción sobre la que ya no se puede pasar.
Eso no impide disfrutar de la mejor vista desde el puente que se ha construido en paralelo al Shin-Kyo y que sirve para el paso de coches y peatones. Un lugar perfecto para hacer bonitas fotos de este icónico puente.