Giorgio Astara
Poético
Llegamos al mar mientras soplaba un fuerte mistral típico de Cerdeña. Las nubes se perseguían unas a otras en el cielo y debajo se encontraban las impetuosas olas del mar. Sólo se sentía el sonido del viento y el mar.
Llegamos al mar mientras soplaba un fuerte mistral típico de Cerdeña. Las nubes se perseguían unas a otras en el cielo y debajo se encontraban las impetuosas olas del mar. Sólo se sentía el sonido del viento y el mar.