Un atardecer en Sicilia
Llegar a la Scala dei Turchi supone un esfuerzo más que justificado.
Para empezar, no hay muchos sitios donde alojarse y al aparcar cerca de las escaleras que bajan a la playa es una misión digna de Tom Cruise. Resignate a que seguramente tendrás que patear un rato.
Después llegan las escaleras de bajada. Los espectaculares acantilados, junto a la estrechez del sendero hace inevitable pararse cada 10 pasos a mirar el espectáculo del mar. Y eso está bien, pero cuando juntas eso con un motón de gente con niños, sombrillas, neveras, hamacas etc... la bajada se hace eterna.
Una vez en la playa aún no has llegado. Queda andar unos 500mts hasta la rampa que sube a la Scala.