ANADEL
Visita inexcusable
Mirepoix es de película, y alguno de sus cafés también, como este y otros de la plaza medieval, visita inexcusable y muy cerca de la frontera.
Este es un café de toda la vida, con el pastelero y su horno, y ancianos del pueblo que vienen a leer el periódico y a desayunar para sentirse acompañados.
El desayuno lo compone la tartine o tostada de pan recién hecho con mantequilla, y un croissant de mantequilla, solo los franceses saben darle ese toque especial.