Una joya en el camino
Desde un rincón de una vieja carretera susurra al viajero que sigue la costa gallega de sur a norte para que haga un alto en el camino. Es San Xusto, un tropiezo de cuento con el que tropezamos en mitad de la AC-543 que une Noia con Santiago, mezcla entre naturaleza y espiritualidad y que cautiva a los curiosos que se atreven a descender los cientos de escaleras empinadas que conducen al río. El monasterio de San Xusto, pequeño pero orgulloso, parece desafiar a la cascada que metros arriba desciende hasta el cementerio. Hombre y naturaleza compiten por embellecer el bosque, que ya no puede ofrecer más para el lugar en el que se encuentra.