San jose de bolivar

San José de Bolívar es un lugar exquisito, admirable por su naturaleza rodeado entre páramos, montañas, ríos, lagunas y una gran variedad de vegetación donde se une lo natural con lo colonial y arquitectónico. Un simple recorrido por sus calles resulta una experiencia encantadora. Las fachadas de sus casas, sus calles empedradas, la Iglesia y la plaza Bolívar son sitios que cualquier persona puede disfrutar. Pero si quisieran podrían trasladarse hacia alguna de sus aldeas, donde la riqueza natural deleita con avasallantes paisajes de montaña al espectador.

El sector cuenta también con importantes granjas productoras de leche, y un gran atributo natural: la cascada Los Paujiles, con más de 60 metros de altura para maravilla del visitante. Sin duda la temperatura del agua es templada, pero quien se sienta en condiciones para soportarla puede ubicarse justo en la caída de agua y tener una experiencia única. Así como los más aventureros pueden acampar en sus adyacencias y permanecer allí el tiempo que lo estimen.

A unas 3 horas de la ciudad de San Cristóbal se encuentra el pueblo de San José de Bolívar. Este es la capital del municipio Tachirense Francisco de Miranda. La verdad me quedé asombrada con la limpieza, la pulcritud de este pueblo. Su entrada tiene un arco y a partir de allí se simularon las antiguas calles de piedra, se uniformaron sus calles con el mismo tipo de fachada y se intercalaran en colores brillantes. Dicen sus habitantes que todo el día hay personas barriendo las calles por disposición de la alcaldía para que todo esté impecable. La iglesia queda justo a la Plaza Bolívar y es tan bonita como el resto del pueblo; esta le rinde honor a San José y sus fiestas se celebran cada 19 de marzo, los niños corren en la tarde por las calles, tranquilos y sin peligro. Todo el mundo se conoce y se saluda y la tranquilidad se siente en el aire, así de bonito es San José de Bolívar