¡Lejos de la ciudad!
San Cipriano es un pequeño paraíso escondido en la vía a Buenaventura. Se llega en "brujita", que son unas motos modificadas para transitar sobre las vías del tren.
Es un río, y tiene aproximadamente 12 "charcos", que son paradas en el río de diferentes profundidades y corrientes en las que se pueden hacer paradas. Desde los últimos "charcos" puede uno lanzarse en neumáticos grandes, flotando río abajo. No es para nada peligroso, solo en algunos tramos del río se siente un poco de adrenalina, pero incluso niños pueden hacerlos sin peligro.
En la parte baja del río hay un pueblo, donde pueden encontrarse restaurantes, tiendas, y hostales, por si el plan incluye quedarse a pasar la noche.