La ruta del Flysch, inesperado
Es una ruta de la que no te esperas tantos acantilados, maravillas y naturaleza que tiene, por lo tanto te sorprenderá, cosa que me gusta.
Llegué en tren a Deba. Para mi fue un poco justo de tiempo pero como era verano y anochecía tarde pues mi cámara y yo nos animamos.
La verdad es que no sabía exactamente por donde empezaba la pista y tuve que preguntar a un municipal. Hay que subir recto desde la plaza del centro hacia el monte, pasar por el ascensor por ejemplo y tirar todo para arriba hasta alcanzar la pista rojiblanca.
Después el camino estaba casi todo bien marcado y pude disfrutar de un día exquisito, ya que me encantan los dias nublados para sacar fotos.