Rueda homenaje a la mina

Bo'ness fue un lugar prolífero en carbón desde la Baja Edad Media, como muestran varios documentos históricos. Su inmejorable situación junto al río hacía que fuese extremadamente fácil comerciar con otros pueblos colindantes, incluyendo la capital del reino, Edimburgo.

Esto tuvo una repercusión el el pueblo importante ya que gracias a esta abundancia, numerosos comercios prosperaron en las inmediaciones del pueblo, como productores de sal y fábricas metalúrgicas, ambos grades consumidores de carbón para llevar a cabo sus actividades. Pero como todo en la vida, las cosas se acaban y con ello la fama y gloria de esta población.