Sainte Chapelle

Construida como un gigantesco relicario por San Luis Rey, para albergar sus reliquias, sobre todo la corona de espinas de Cristo, es un lugar que impresiona por su altura y por el magnífico trabajo de las vidrieras. Se accede por la capilla baja, de solo 7 metros de altura habilitad para la servidumbre, luego subimos a la capilla alta que muestra las vidrieras en todo su esplendor. Son las más antiguas de París con 1134 escenas de la Historia Sagrada. Afortunadamente han colocado unas sillas para poder disfrutar de las vidrieras con calma y detalle.

Etérea y mágica esta obra maestra de Montreuil está considerada por muchos como la mayor obra arquitectónica del mundo occidental. El devoto medieval gozaba de ella como de una puerta al cielo y los que la visitamos no podemos dejar de sentirnos transportados por el resplandor de luz de sus 15 magníficos vitrales, separados por delgadas columnas de 15 metros de altura que se elevan hasta el techo de la bóveda adornado con pequeñas estrellas. Las más de mil escenas religiosas que muestran los vitrales son como un caleidoscopio de rojo, oro, verde, azul y malva. La capilla fue construida en el año 1248 por Luis IX para albergar la corona de espinas de Cristo y otras reliquias.

Es una bellísima capilla situada en la Isla de la Cité y quizás por eso no es tan famosa, como sí es la Catedral de Notre Dame, pero igualmente merece sin duda alguna, una visita.

Fue mandada a construir por el Rey Luis IX en el siglo XIII para conservar las reliquias de la Pasión de Cristo.

Entrando en el Palacio de Justicia de París y después de pasar un control de seguridad, saldrás a un patio donde se encuentra la capilla.

La capilla abre a las 9 de la mañana, tiene dos plantas y aunque no sean muy grandes, te harán "viajar en el tiempo" o por lo menos es lo que sentimos nosotros.

Esta capilla está considerada por muchos como la mayor obra maestra arquitectónica de arte occidental, no estoy de acuerdo con que este en primer lugar, pero desde luego si entre los 10 primeros.

Lo primero que divisamos a varios kilómetros es su aguja de 75 metros de altura, según nos vamos acercando vamos viendo sus torres con el pináculo con coronas de espina, como símbolo de la reliquia, por la que fue construida esta iglesia para albergar la corano de espinas de Cristo.

Tanto para los religiosos como para los que no lo son la contemplación de sus bóvedas nos elevan al cielo, las vidrieras muestran más de 1.000 escenas religiosas del Antiguo y Nuevo Testamente y el rosetón describe en 86 cuarterones el Apocalipsis.