María Alba
Una obra de arte viviente
Este acuario fue una de las sorpresas más agradables de mi segunda visita a Tokyo. No me esperaba que me fuera a gustar tanto y es que más que un acuario es un espectáculo.
No es un gran acuario, es pequeñito pero de verdad merece la pena combinarlo con tu visita al skydeck de la Mori Tower. Está hecho con un gusto exquisito, de la única forma que los japoneses hacen todo.
Solamente está abierto durante el verano y la entrada junto con la del Skydeck y los diversos miradores creo que costaba en torno a 2000 yenes.
Un sitio imprescindible si estás en verano en Tokyo.
+9