Mariana Castillo Hernández
En una antigua bodega
Un restaurante que se aloja en una antigua bodega de chiles. El espacio esta repleto de artesanías michoacanas que Rómulo, el joven dueño, recopiló en sus viajes. Sus amplios techos sirven para ese respiro de fin de semana. El menú es sencillo: pide las quesadillas rellenas de quesillo y chapulines y el mole de metate o el verde con camarones. Hay aguas frescas, la de maracuyá y guanabana las más ricas. Tip: llega caminando, la zona tiene mucho tráfico.
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