Ribadavia
Ribadavia, cuna del vino Ribeiro, conserva la esencia de la villa medieval que fué, pudiendo pasear hoy por el barrio judio y contemplar el río Avia o el Miño desde alguno de sus miradores.
Sin duda, al llegar, lo más visible son los restos recuperados del Castillo de los Condes de Ribadavia, pero no lejos de allí se encuentra el importante conjunto monumental que forman la iglesia, exponente del gótico mendicante gallego y el Convento de Santo Domingo, dedicado a residencia de ancianos, así como el Santuario de Nuestra Señora del Portal que conserva una fachada neoclásica.
A escasa distancia del castillo está la Plaza Mayor, destacando en ella el Pazo barroco de los Condes de Ribadavia, del siglo XVII, actual sede de la Oficina de Turismo y del Centro Sefardí. En ella todavía existe un patio que comunica con el castillo. Asimismo es relevante la fahada neoclásica del Ayuntamiento y la Torre del reloj con un curioso campanario de hierro forjado.