Hotel Riad Safar

El Riad Safar está en el barrio de Ouihah, detrás de la fuente Mouassine. Es un lugar bastante difícil de encontrar, al fondo de un callejón sin fin (y que puede parecer peligroso de noche, por eso ahora tienen un guardián que te acompaña). Lo lleva una señora llamada Laaziza, que lo hace todo para que tu estancia sea fantástica. En el techo hay una terraza panorámica donde tomas el desayuno, y una pequeña pila para bañarte y refrescarte. Apenas cierras la puerta del riad, estás en una burbuja de paz y tranquilidad. Los dueños, que son franceses, han amoblado las 4 habitaciones con mucho gusto, y objetos tradicionales de gran calidad.

En la bulliciosa medina de Marrakech se encuentra un pequeño riad regentado por una pareja de franceses. Que tranquilidad y que cuidado esta todo. Recomendable