El sabor de lo tradicional
Cuando pasas por la carretera de Martorell encuentras este lugar que siempre está de bote en bote. Hoy por fin hemos podido conseguir mesa (recomendable llamar para reservar).
Ha llegado la época de los calçots y ya no podía con las ganas que tengo de comerme una buena teja de esta deliciosa "cebolleta". Aprovechando que me han regalado una cámara de fotos (indudablemente mejor que la que tenía hasta ahora pero sin ser la que yo quiero), nos hemos ido a dar una vuelta por los alrededores de mi pueblo para saborear los platos caseros y de cocina típicamente catalana que ofrecen aquí, y de paso estrenar la cámara ;)
Con una correcta atención, unos platos muy buenos y una carta de vinos notable para la zona, el Can Vidal se merece la fama que tiene. Por las mañanas paran muchos ciclistas para hacer el almuerzo ya que la persona que inició el negocio fue un afamado ciclista de su época. Ahora al frente del restaurante está su hija Angelina que ha convertido el lugar en un sitio entrañable y casero.