Una perla escondida
Ura, abierto en noviembre 2011, fue todo un descubrimiento. A pesar de poca presencia en internet (de momento) y de ser un poco difícil de encontrar se llena incluso un martes. El sitio tiene un ambiente acogedor con luces tenues, velas y sillas de terciopelo. Es un descanso de tan populares restaurantes de estilo "blanco minimalista".
Ura no es solo su decoración. Todo lo que hemos probado ha sido exquisito! Los platos están bien presentados y tienen un toque artístico fusión. Las raciones son correctas pero no abundantes. Tienen buena selección de vinos. El servicio muy atento y amable. El precio medio a la carta es de 40€/persona. Hay menú de grupos pero al pedirlo, de entrada te recomiendan pedir a la carta por tener más opciones y por no salir el menú mucho más económico.