Mucho más que un local con encanto
Lo primero que llama la atención de este local es sin lugar a dudas su llamativo interior, lleno de colores vivos, lilas y morados y una colección inmensa de cuadros de Frida Kahlo pintadas por la dueña. Solo esa labor de galería de arte ya le haría merecedor de una visita, pero es que nosotros además cenamos de maravilla. Quizás de podría definir como cocina mediterránea, pero eso no evita que haya platos que dejen hueco a la innovación como el bacalao confitado con migas de pastor, salsa romescu y huevo noche, o las berenjena listada de Gandía (era temporada y la berenjena es un manjar de la zona, se podía encontrar en un montón de elaboraciones).