Nunca había ido a comer a un ...
Nunca había ido a comer a un restaurante de comida india o hindú. Sí, suena raro o hasta triste, pero es cierto. Sin embargo, tenía ganas. Es de esas cosas que uno siempre quiere hacer y nunca hace. Hace unas semanas, uno de esos viernes que no sabía que hacer, me lo propuse.
Y me habían recomendado el Taj. Comida buena, original, verdadera y a precio asequible. Además, el lugar estaba bien situado para mi gusto: en el centro de Madrid pero tirando hacia afuera y en un lugar en el que seguro que se podría aparcar el coche cerca. Muy cerca del barrio de Huertas, detrás de la Plaza de las Cortes y a un paso del Paseo del Prado.