Desastroso servicio
El bar no estaba muy lleno y solo dos camareros para atender a todos. Los comensales de la terraza tenían que entrar para hacer los pedidos al camarero porque ni salía a la terraza a atender las mesas. Tardan muchísimo en atender aún estando en la barra sentados. En la segunda consumición no nos pusieron tapa, y a parte pedimos unos montaditos de la carta que nunca llegaron. Ya desesperados lo comentamos con el camarero y pedidos la cuenta para irnos, ya que estábamos hambrientos y aburridos de esperar la comida que nunca llegó. Otra clienta que estaba en la terraza tuvo que entrar a pedir que le cambiaran el vino que le habían servido porque tenía un sabor muy raro.