Restaurante japonés escondido en un sotano
Si no te hablan del lugar o lo encuentras por Internet, será imposible que llegues a él, porque se encuentra en el sótano de una casa sin carteles visibles en el exterior, y tienes que entrar por un portal, pasar la recepción y bajar por una puerta y escalera que parecen de servicio, pero en cuanto traspasas la puerta, te quedas fascinado con la decoración y el ambiente, con unas 150 plazas repartidas en varias salas.
Ya en la entrada destacan los baños, en una especie de toneles de madera gigantes, con unos WC 100% japoneses, de estos con tantos botones que parecen un coche. La sala donde cenamos está decorada con un precioso retrato de un samurai japonés, y lo recomendable es pedir el menú para compartir, que trae sushi, sahsimi y otras variedades que probar.