Éramos dos pero podían haber comido cuatro.
Excelente lugar para hacer una parada camino del castillo San Jorge y comerse un estupendo arroz con marisco. Platos muy abundantes, buenísimos y muy económico.
Nosotros pedidos ensalada de pulpo, arroz con marisco, una botella de vino verde y todo esto junto con los buñuelos de bacalao que nos pusieron de aperitivo fueron 36 euros.
Es la segunda vez que visito este restaurante y sin duda la próxima vez que viaje a Lisboa volveré.