Restaurante Pingallo

Llegamos a Ourense el viernes por la noche; tras hacer el checkin en el hotel que habíamos reservado a las afueras (Eurostars Auriense) nos fuimos rápidamente al centro histórico a buscar un sitio donde cenar. Era tarde, así que no dimos demasiadas vueltas y entramos en el Pingallo, tras echar un vistazo a la carta que había en la puerta. La verdad es que el aspecto exterior y el bar (bastante obsoleto) que se halla a la entrada del local no invitaba mucho a entrar, pero allá que fuimos. En el interior hay un comedor muy grande con escasa decoración, y una puerta que da acceso a un patio-terraza donde nos acomodamos, ya que hacía buena noche y nos pareció un sitio muy agradable. Además, era donde había gente (odio comer en un comedor vacío).

Llegamos a Ourense siguiendo el olor de las anguilas fritas del Miño.

Después de llamar a unos cuantos restaurantes en busca del preciado manjar recibiendo como respuesta ¡Lo siento, no tenemos! Decidimos aparcar y aventurarnos por el casco antiguo y sorpresa...

Nos encontramos ante el Pingallo, justo al lado del famoso San Miguel, entro, recorro la larga barra y... Siiiiiiiiii!!! Tenían anguilas por lo que entramos sin pensar.

El local nos lleva a otros tiempos, el personal con un encantador humor gallego y la comida buenísima. Y todavía mas, lo mejor, el precio!!

Zamburiñas,

Vamos a menudo, con otra pareja, ellos tienen 2 niños y nosotros 1, tomamos una botella de vino Rioja, escogemos ese sitio, porque casi nunca hay nadie.Siempre nos parecía que los camareros no eran nada agradables.Pero cual fue nuestra sorpresa, cuando este lunes entramos y el camarero empezó a criticarnos con un grupo de hombres que había en la barra, aludiendo a nuestros hijos.
me parece vergonzoso, que un lugar emblemático como es el pi gallo, pueda tener entre su plantilla a ese señor, hablando de una manera tan despectiva.

Desde luego, este tranquilo que no volveremos, ya veo

Malo, malo, malo.... Sólo con eso podemos resumir la experiencia en este sitio. Comimos unas zamburiñas sin sabor y la salsa..... Madre mía cogemos agua la espesamos y le añadimos colorante amarillo y sabe mejor. El pulpo no era digno de Galicia. Y para ser justos el revuelto con Grelos no estaba mal pero aún busco el huevo.

El precio estuvo bastante bien, pero la calidad tan baja que la relación sale bastante mal.

Recomiendo totalmente éste restaurante. La atención fue perfecta, y la comida esta excelente. La entrado no parece que invite a tomar algo en éste sitio, pero es barato y totalmente recomendable. De verdad que merece la pena, tanto para parejas como para familias. Tiene un comedor amplio.
La carta tiene una gran variedad y los postres son casetos. Salimos muy contentos.

Cogí la dirección aquí en Mi nube y es uno de los sitios que probamos la semana pasada. A nosotros nos gustó bastante y nos parece un sitio recomendable: su aire anticuado, su terraza amplia y tranquila, el camarero muy amable y la comida estuvo bien. Tras ver el gentío que se apelotona en las calles y plazas del casco, el Pingallo es un sitio tranquilo y agradable. Os recomendamos los callos con garbanzos!!!
Paca.