Iker Ramírez de la Piscina
Restaurante italiano bastante agradable gracias sobre todo a su decoración, todo de madera y lleno de elementos y carteles imitando a los típicos de antiguos restaurantes italianos.
Restaurante italiano bastante agradable gracias sobre todo a su decoración, todo de madera y lleno de elementos y carteles imitando a los típicos de antiguos restaurantes italianos.
La comida está bastante bien. Tanto la pasta como las pizzas merecen la pena, con una variedad suficiente para que uno se vuelva loco pensando qué pedir. Los postres también están muy bien, con mención especial a la pannacotta o al brownie con helado de vainilla.
Hay menú del día a buen precio, y merece la pena porque si se pide a la carta el precio puede subir bastante.
+2