ANADEL
Para volver en nuestra próxima escapada a Lisboa, además tienen un grill que hay que probar
Era tarde, domingo, y no habíamos comido, caímos allí por pura casualidad, y fue todo un acierto.
El local es rústico y normal, con una terraza acristalada donde había un par de familias comiendo.
Pedimos el menú con arroz de pulpo y bacalao, el entrante con quesos de la zona fue todo un acierto, el trato del chico que nos sirvió excelente, y el precio muy barato.
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