Servicio y comida buenísima
Cenamos una noche calurosa de Julio en la terraza de este restaurante increíble y la verdad es que se superaron las expectativas. El servicio y en particular la jefa de sala fueron amabilísimos y se les notaba con mucha experiencia. En lo que se refiere a lo más importante, que es la comida, en particular el Steak Tartar es casi obligado pedirlo, de entrantes los monchis de ensaladilla rusa y el risoto con queso toda una maravilla. La terraza cierra a las 12 de la noche para no molestar a los vecinos, así que es recomendable reservar a las 21:00 y ser puntuales. Por otro lado al ser una antigua casa (inmensa) de la calle Velázquez, el resto del restaurante esta dividido en salones muy acogedores y decorados con un estilo que mezcla lo antiguo con lo moderno.