Desastre es poco, la semana pasada fue...
Desastre es poco, la semana pasada fue la boda de mi hijo y son imnumerables los fallos catastróficos que ocurrieron; de entrada el gerente o arrendatario Juan Sanchez, había prometido una serie de cosas que no tuvieron que ver con la realidad, se le aviso que diera la cara a través del maitre a lo cual hizo caso omiso; entre la cantidad de fallos garrafales, pusieron, y cuando se les pidió, botellas de vino de unas 15 marcas distintas, cuando en realidad se contrato Canforrales, y el rosado estaba caliente. La duración de la cena fue de 5 horas. Toda la comida fría y la mayoría de las carnes incomestibles, el solomillo era un acúmulo de nervios.