Victoria Corral
¡Una sorpresa!
Yo era la segunda vez que comía en un mexicano y mi pareja la primera pero ¡nos encantó!
El dueño era un amor, atento con nosotros, nos explicó todo y nos recomendó cositas que estaban buenísimas. Aunque otros platos que echamos el ojo ¡tenían igual de buena pinta! Una rabia vivir tan lejos para volver corriendo a probarlos también.
El local era muy bonito y tranquilo. Estábamos cansados de tanta comida asturiana y nos salió genial variar. La comida estaba hecha con mucho mimo. Sí señor, ¡¡seguid así!!
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