De los sitios que te encuentras en el camino.
La posada que nos hemos encontrado en este pueblo tan bonito ha sido una sorpresa, es como de otra época pero totalmente restaurado. Nos alojamos en el y las habitaciones sencillas conservando el encanto de antaño pero no les falta de nada y esas galerías y esos patios una pasada. En cuanto a la comida que nos sirvieron cuando vimos que estaba lleno y alguna de la gente parecía ser asidua por el trato con los camareros, nos dimos cuenta que hacertamos en el sitio y cuando la probamos la comida nos quedó claro y por otro lado cuando nos pareció muy asequible tanto el restaurante como el hospedaje,